La habitación Montessori

FAMILIAS MONTESSORI

La habitación Montessori

¿Qué tiene de especial para ayudar a tu hijo/a en su inteligencia y autoestima? Descubre cómo favorecer su autonomía al crear un espacio pensado para que pueda moverse en libertad, tomar decisiones y hacer acciones de autocuidado sin ayuda.

Una habitación Montessori no es una habitación infantil más. Es un cuidado espacio, diseñado siguiendo los principios del método Montessori, donde lo que se busca es favorecer la autoestima, la independencia y el aprendizaje autónomo del niño o la niña, a través de la creación de un entorno especialmente adaptado a sus necesidades.

En el Método Montessori no hay un adulto que insistentemente esté diciendo al niño lo que tiene que hacer: "péinate", “vístete”, “recoge”.

Lo más valioso es favorecer ambientes que inviten y favorezcan que el niño o la niña pueda hacer las cosas por sí mismo.

Estamos hablando de habitaciones diseñadas para que el niño pueda responsabilizarse progresivamente de aquellas pequeñas acciones cotidianas que tienen que ver con su bienestar y su auto cuidado.

La habitación Montessori permite reforzar tanto su autonomía como su autoestima al invitarle a ser capaz de hacer acciones de autocuidado sin ayuda. Se convierte en un lugar especialmente pensado para que el niño pueda moverse libremente y aprender a su propio ritmo.

La habitación Montessori es una invitación a que los niños crezcan con autonomía, independencia y una gran autoestima.

Por ejemplo, desde el Método Montessori se les deja vestirse y desvestirse. Y para ello, no solo se les da tiempo libre de prisas, sino que los armarios y las estanterías están pensadas de tal forma que estén a su altura y faciliten que el niño/a pueda realizar esa tarea sin necesidad de ayuda adulta.

Para la Dra. María Montessori todos los niños pequeños (hasta los 6 años) tienen naturalmente el instinto y las ganas de hacer las cosas por sí mismos. Pero si no damos respuesta a tiempo a esa necesidad infantil y -por prisa o por querer que las cosas se hagan solo a nuestra manera-, interferimos y preferimos no dar lugar a su implicación y a su autonomía, más adelante será demasiado tarde y ya no estarán receptivos ni querrán participar con el mismo entusiasmo.

Desde el Método Montessori se da respuesta a esta necesidad infantil mostrando primero al niño el paso a paso de cómo realizar pequeñas tareas de autocuidado (peinarse, vestirse, cómo colocar sus zapatos…) y de cuidado del espacio: cómo ordenar algo, cómo doblar su ropa, cómo colgar ropa de una percha…

El adulto muestra primero, con paciencia y entusiasmo, cómo nos quitamos y nos ponemos la chaqueta o guardamos los zapatos ordenadamente en un lugar. Y luego permite que el niño experimente por su cuenta, contemplando el error como parte valiosa y esencial de su aprendizaje.

Pero ¿cómo es una habitación infantil Montessori?

Se busca lograr un entorno agradable, minimalista y lleno de armonía, no excesivamente saturado de objetos, que invite a su orden y respeto, donde todo tiene un lugar pensado para poder ser dejado de tal manera que todo esté ordenado y al alcance para cuando queramos utilizarlo.

En la imagen que ilustra este artículo, por ejemplo, podemos encontrar una estantería seguramente demasiado alta como para que el osito esté al alcance de la mano infantil. A menudo pensamos y diseñamos sin colocarnos antes a la altura real de un niño...

Los objetos elegidos para la habitación son siempre bellos, de colores neutros en lugar de estridentes, no excesivos, y con ello se busca que el niño preste especial cuidado y atención en cada uno de ellos.

Se tiene especial atención a que no falten piezas, ni los objetos estén rotos. Son del tamaño de su mano y se facilita que estén siempre a su alcance, a la altura de sus ojos.

Los materiales elegidos, en lugar de ser de plástico -como lamentablemente suelen ser- se busca que provengan de origen noble o natural: madera, metal, cerámica o vidrio y sean rompibles.

Sí, ¡se busca que puedan romperse!

Desde este método se busca que el niño sea consciente de la fragilidad de un vaso o una jarra de vidrio y por tanto busque y aprenda a manipularlo con consciencia y cuidado.

Un vaso de plástico al caer no provoca nada y por tanto el niño no aprende a manipularlo con consciencia y cuidado.

¿Qué objetos podemos encontrar en una habitación Montessori?

  • Una cama baja, que facilite la entrada y salida autónoma del niño.
  • Una estantería con cuentos y libros con imágenes, ricas y realistas, a su altura, que facilite que pueda manipularlos y ordenarlos.
  • Cestas y estantes que faciliten el orden de los objetos.
  • Alfombras que favorezcan que puedan moverse en libertad descalzos.
  • Un espejo de su tamaño y a su altura, que le ayude a reconocer sus necesidades como peinarse, subir una cremallera, abrochar un botón o limpiarse la nariz.

Si quieres seguir profundizando y aprendiendo con el Método Montessori, te invitamos a conocer nuestros cursos online, como el Curso de Vida Práctica Montessori 3-6

¡Serás muy bienvenida/o!